Mensajes de diversas orígenes

 

sábado, 8 de enero de 2022

Rezad por mi amada Iglesia, un Humo negro la cubre

Mensaje a Simona en Zaro di Ischia, Italia

 

Vi a Mamá: estaba toda vestida de blanco, sobre la cabeza una corona de doce estrellas y un fino velo blanco; sobre los hombros un amplio manto blanco que le llegaba hasta los pies, que estaban descalzos y descansaban sobre el mundo, alrededor del cual estaba el antiguo enemigo en forma de serpiente que luchaba, pero Mamá la sujetaba firmemente aplastándole la cabeza con el pie derecho. Mamá tenía los brazos abiertos en señal de bienvenida y en la mano derecha una larga corona del Santo Rosario, hecha como gotas de hielo. En su pecho Mamá tenía un corazón de carne palpitante.

Alabado sea Jesucristo

Mis queridos hijos, os agradezco que hayáis acudido a esta llamada mía. Escucha hija.

Empecé a oír el latido del corazón de Mamá, luego un segundo latido más fuerte, después Mamá reanudó.

He aquí hija, mi corazón late al unísono con el de mi Hijo y ambos laten de amor por cada uno de vosotros, por todos vosotros, por todos mis hijos, por los que están cerca de mi Corazón Inmaculado y por los que se han alejado de mi corazón y del de mi Hijo. Nuestros corazones de hijos laten por vosotros, por cada uno de vosotros y siempre latirán con inmenso amor, hijos, incluso cuando os alejáis, incluso cuando ya no nos amáis, incluso cuando elegís las vanidades del mundo, incluso cuando, olvidando el inmenso amor que os damos, nos traicionáis y nos abandonáis, mi Hijo y yo estamos siempre aquí y nuestros corazones siguen latiendo con fuerza por cada uno de vosotros. Os esperamos con los brazos abiertos, volved a nosotros, escondeos en nuestro abrazo, confiadnos toda vuestra vida.

Hijos míos, rezad, rezad por mi amada Iglesia, un humo negro la cubre, rezad por mis elegidos y amados hijos, rezad por el Vicario de Cristo.

Hijos míos, rezad por este mundo cada vez más en ruinas, rezad hijos rezad. Hija reza conmigo.

Recé con Mamá, encomendando al mundo entero y a la Santa Iglesia, luego Mamá reanudó.

Hijos míos, abrid vuestros corazones y encomendaos al Señor. Os amo, hijos.

Ahora os doy mi santa bendición.

Gracias por venir a mí.

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Origen: ➥ cenacolimariapellegrina.blogspot.com

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